
El aprendizaje infantil es uno de los rubros en que más atención ponen en los padres. Recientemente, me invitaron a contar cuentos en un Centro de Desarrollo Infantil CENDI, al que asisten pequeñitos desde los 43 días de nacidos, hasta los 48 meses de edad.
Las sesiones comenzaron en el patio de la escuela, en donde por grupos, acudían niñas y niños llenos de curiosidad por saber qué estaba pasando.
Historias llenas de color y fantasía comenzaron a fluir, con personajes como un gato enorme y un generoso ratón. Y más.
Los mas pequeños, me esperaron en su sala, muy dispuestos porque ya habían comido y tomado una reparadora siesta. A ellos les conté la historia de una mariposa y es aquí en donde te comparto el primer estilo de aprendizaje.
Los bebés de hasta doce meses de edad, ponen mucha atención a los colores brillantes, a los sonidos y a las texturas. Es muy importante plantear la actividad con suavidad y mucha empatía, porque son muy sensibles a asustarse con objetos o personas desconocidas. Sin embargo, cuando la puesta en escena es aceptable, ellos demuestran su disposición a través de la atención, la expresión facial, la sorpresa, la risa y el movimiento de pies y manos.
Por supuesto, en esta etapa, las historias deben ser muy cortas y quienes estén presentes durante la actividad, son quienes siguen los movimientos e indicaciones de la Cuentacuentos pues ellos, están aprendiendo a través del ejemplo. ¿Has intentado contarles cuentos a los más pequeños de la casa?
El siguiente aprendizaje infantil corresponde a los pequeños de trece a treinta meses de edad. Con ellos, trabajé el conocimiento del entorno, los fenómenos naturales como la lluvia y el arcoíris y, no podían faltar los animales de la granja. A ellos, les encanta imitar sus sonidos y descubrir cuáles van saliendo de los cuentos o escondites que lleva la Cuentacuentos.
En esta etapa, el aprendizaje sensorial es esencial, así que el mismo arcoíris, se paseaba entre ellos para que lo pudieran tocar.
Finalmente, las niñas y los niños de hasta 48 meses, hacen de la sesión de Cuentacuentos una fiesta, porque viven las historias, se convierten en los personajes principales y ayudan a la Cuentacuentos a resolver hasta los más rebuscados de los conflictos.
Con ellos, como en todas las etapas de la infancia, el juego, los cantos y por supuesto los cuentos, son una manera efectiva de aprender.
¿Tienes niños pequeños en casa? Entonces, no te pierdas la oportunidad de contarles una buena historia y enseñarles sobre valores, hábitos, gestión emocional y más, a través de ella.